¿QUÉ PASÓ CON LOS QUE CRITICABAN AL PAPA FRANCISCO EN
ARGENTINA?
Veronica Smink / BBC Mundo, Argentina
Cuando hace un año el entonces
jefe de la Iglesia católica de Argentina, Jorge Mario Bergoglio, sorprendió al
mundo convirtiéndose en el primer Papa latinoamericano de la historia, no todos
se alegraron en su país de origen.
Bien era sabido entonces que
Bergoglio, ahora papa Francisco, quien había presidido la Conferencia Episcopal
Argentina durante seis años, mantenía una relación muy tensa con la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner y su difunto marido, el exmandatario Néstor
Kirchner. clic Lea también: Las claves de la tensión entre Bergoglio y los
Kirchner.
Los medios alineados con el
gobierno no ahorraron críticas tras la elección de Francisco.
El diario Página 12 tituló su
portada del 14 de marzo "¡Dios Mío!", y señaló en su tapa que
"el alto prelado ha sido denunciado por complicidad con la dictadura
militar, mantuvo una relación conflictiva con los gobiernos kirchneristas y fue
un tenaz opositor del matrimonio igualitario y las políticas de educación
sexual y salud reproductiva".
Dos días más tarde, el periódico
ahondó sus acusaciones y bajo el titular "Iglesia y dictadura"
presentó un reportaje del periodista Horacio Verbitsky en el que se detallaban
los testimonios de personas que aseguraban que, mientras era superior de la
congregación jesuita en Argentina, Bergoglio había retirado su protección a dos
sacerdotes de su orden que realizaban tareas sociales en barrios marginales.
Sin embargo, a los pocos días, y en línea con la postura
conciliadora que mostró la presidenta Fernández, el diario dejó de lado sus
críticas.
El 19 de marzo mostró en su portada una foto de la
presidenta y el nuevo Papa, sonrientes durante un almuerzo en el Vaticano, en
la víspera de la entronización papal. "Fue fructífero e importante",
fue entonces el titular, que reproducía los dichos de la jefa de Estado.
CAMBIO DE POSTURA
No sólo el diario dejó de lado sus críticas a Francisco.
Otros dirigentes que también habían cuestionado la elección papal por los
presuntos vínculos de Bergoglio con el gobierno militar de 1976-1983, cambiaron
su postura.
Tal fue el caso de la presidenta de la asociación Abuelas de
Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, también muy cercana al gobierno, quien el
día después de la elección de Francisco había dicho en una entrevista radial
que "Bergoglio representa a la Iglesia que oscureció la historia de
nuestro país".
Unas semanas más tarde, Carlotto visitó al Pontífice en el
Vaticano y le entregó una carpeta con datos de los nietos desaparecidos durante
el régimen militar, que su organización se dedica a buscar.
En declaraciones a la prensa, dijo que sentía emoción y
orgullo de que el Papa fuera argentino, y expresó su esperanza de que pudiera
ayudar a las Abuelas en su búsqueda.
También otra referente de los derechos humanos, Hebe de
Bonafini, presidenta de una de las ramas de las Madres de Plaza Mayo, pasó de
la crítica al acercamiento con Francisco.
Tras afirmar que "la iglesia oficial es opresora"
al conocerse la elección del Papa, Bonafini –quien en el pasado llamó a
Bergoglio "fascista"- luego admitió que desconocía el trabajo
pastoral que había realizado en las villas miseria cuando era arzobispo de
Buenos Aires, y le escribió una carta pública elogiando su labor.
CRITICOS
A pesar de que diversos activistas por los derechos humanos
destacaron que Bergoglio nunca fue imputado en una causa por crímenes de lesa
humanidad por su accionar durante el gobierno militar, en Argentina aún hay
quienes sospechan.
El prelado testificó ante la Justicia argentina dos veces
por causas relacionadas con desapariciones forzosas.
También fue citado como testigo en Francia en el marco de la
investigación por el secuestro y asesinato del sacerdote Gabriel Longueville,
de origen francés, en la provincia de La Rioja, en 1976.
Sin embargo, jamás se presentó una acusación legal en su
contra, y en el último año diversas personas dieron cuenta de los esfuerzos que
realizó Bergoglio durante esa época para auxiliar a algunas personas que eran
perseguidas por los militares.
Otro sector que
criticó y aún critica al Papa es la comunidad homosexual.
En 2010, el entonces arzobispo de Buenos Aires fue uno de
los opositores más vocales al proyecto de ley para permitir el matrimonio entre
personas del mismo sexo. El cardenal Bergoglio llamó a los fieles a librar la
"batalla de Dios" para frenar la aprobación de esa legislación, que
finalmente fue sancionada el 15 de julio.
Por eso, cuando Francisco fue elegido hace un año, la
Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Trans (Falgbt) afirmó que
"el nombramiento como Papa de quien sostuvo que el Matrimonio Igualitario
era un plan del demonio, es una mala señal para la igualdad".
Hoy, a pesar de los gestos de conciliación que realizó
Francisco en el último año, la Falgbt aún sigue siendo crítica del Papa.
"El discurso de Francisco es menos crispado y la forma
es más amable pero el fondo es el mismo", dijo a BBC Mundo Esteban Paulón,
presidente de la Falgbt.
En ese sentido, Paulón consideró que no hubo cambios en la
política de la Iglesia hacia la pedofilia ("aún se encubre a los
sacerdotes que cometieron abusos") y que la única familia considerada
"válida" por la Iglesia sigue siendo la que constituyen un hombre y
una mujer.
Además, el activista criticó duramente el silencio de
Francisco ante la persecución que sufren muchos homosexuales en el mundo.
"Este Papa que opina y habla de todo no dijo
absolutamente nada sobre el endurecimiento de las leyes que persiguen la
homosexualidad en países como Rusia, Uganda, Nigeria, India e Irán",
afirmó.
Acercamiento
Pero más allá de que aún hay quienes cuestionan al Papa,
estas voces representan hoy una muy pequeña minoría en Argentina.
La mayoría de quienes criticaban al Sumo Pontífice cuando
fue electo hoy callan, o directamente cambiaron de parecer y ahora alaban al
jefe de la Iglesia católica.
Como ocurrió en el resto del mundo, la figura de Francisco
se ha convertido en una de las más populares en Argentina, y no fueron pocos
los políticos de todos los bandos que buscaron en el último año sacar rédito de
esta influencia.
El episodio más controvertido sucedió durante los comicios
legislativos de octubre de 2013, cuando grupos afines al candidato oficialista
Martín Insaurralde llenaron la vía pública de afiches que mostraban el
encuentro entre Francisco, la presidenta Fernández e Insaurralde, durante el
cierre de la Jornada Mundial de la Juventud, que se llevó a cabo en Brasil.
Pero quizás el gesto más claro de distensión entre el
gobierno y el ex arzobispo de Buenos Aires –a quien Néstor Kirchner una vez
definió como el "verdadero representante de la oposición"- se dé el
próximo 25 de mayo, fecha patria en Argentina.
La Casa Rosada ya confirmó que Cristina Fernández asistirá a
la tradicional ceremonia religiosa (el tedeum) que oficiará el sucesor de
Bergoglio, Mario Aurelio Poli, en la Catedral porteña.
Será la primera vez que Fernández irá como presidenta a este
acto en la capital argentina. La última vez que asistió a aquel lugar fue en 2006,
como primera dama, cuando el entonces cardenal Bergoglio dirigió la ceremonia
pronunciando una homilía que muchos consideraron crítica hacia el gobierno, y
que habría provocado el enojo de la pareja presidencial.
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